domingo, 25 de marzo de 2018

DOMINGO DE MEMORIAS


Pronto van a ser tres meses desde nuestra venida a Buenos Aires.

Escribo esto en la madrugada de un domingo de fines de marzo, mientras la memoria se te va llenando del montón de cosas que la vigilia del día, con su incesante transcurrir de cosas, una tras otra, muchas veces no permite que veas. La madrugada tiene eso. Desde esa sabrosa postura del desvelo bueno, cuando sabes que pronto estarás tomando café y escribiendo, me gozo esos últimos minutos de descanso acostada, mientras ves por fuera y por dentro cuantas cosas han cambiado a tu alrededor y en la memoria.

Pienso en mis hijos Armando Ignacio y su familia, en Ocala, Florida. En Alejandra, en El Valle, en Caracas. Caes en cuenta de que ahora para mirarlos desde el corazón hay que ver hacia arriba. Desde hace años ir a casa era viajar al Sur. Ya no. Ahora vivimos en el Sur. Mirar hacia arriba ahora es un ejercicio de nostalgia que recién descubrimos. 

Reviso estas pasadas semanas mientras me levanto. Estoy aun en medio del asombro. Lo se. Argentina me es totalmente desconocida. Cada día es ir a la escuela, Quizás de ahí lo emocionante de estos primeros meses en el Sur del Sur, en Buenos Aires. Todo es conocido, todo se te parece. Todo es tan distinto, sin embargo. Miro la gente caminar en la calle y me recuerdan a una Venezuela que ya no está. Los niños van al colegio con una batica sobre la ropa. Las mujeres se ven naturales y siempre apuradas. Los hombres usan el cabello en melenas despeinadas que todavía no entiendo. La estética de los argentinos no se parece a la nuestra. Sin embargo tenemos cosas en común. Todavía no entiendo bien como es eso, pero así parece.

Aquí en Buenos Aires se camina mucho. Todo el mundo camina mucho. Caminan rápido. Las mujeres usan un calzado que se me ha hecho rarísimo desde el primer día. Son unos zapatos gruesos, anchos, altos. Diferentes a nada que haya visto antes. Los hay costosos y baratos. En cuero y en plástico. Horribles y hermosos. Hace semanas intento llevar un registro fotográfico de muchos de estos pares de zapatos, una estética a la que no estoy segura poder acostumbrarme de un todo alguna vez. Quién sabe.

Ahora vivo en una sociedad donde casi todo lo que consumo dice Hecho en Argentina, o Industria Argentina. Lo hecho en China aquí es una rareza. También fotografío toda clase de cosas que traen ese letrerito en las etiquetas de las muchas cosas que compro cada día. No solo estamos montando de nuevo un hogar sino también mi taller de costura. Hilos, telas, aros de bordar, agujas y alfileres para el taller. Instrumentos de trabajo para la cocina como el mortero de madera, las cucharas de servir, vasos, tazas y ollas. Todo se hizo en Argentina. Miro con asombro a esta sociedad que parece haber decidido hace tiempo pagarse y darse el vuelto. Una sociedad que parece estar volcada sobre si misma y que que sin embargo le abre sus puertas a decenas de miles de venezolanos buscando trabajo y una vida digna. Sólo eso. Aquí no hay un sueño argentino que alcanzar. Aquí se vive tranquilo, se pagan las cuentas lo mejor que se puede, se hace lo mejor que se puede y se sale a trabajar cada día porque aquí te las arreglas de una u otra forma. Aun no entiendo bien cómo funciona, pero así parece ser lo “Hecho en Argentina”.

Sin embargo, esta nueva gente que ahora son nuestro entorno se pasa la vida quejándose. Muchos me preguntan intrigados por qué Argentina, si aquí las cosas están tan mal. Ya sólo suspiro. Desde hace semanas que ya no he seguido dando explicaciones. Es inútil. Me cansa. No sirve de mucho. Igual nos dan la bienvenida y se conduelen con nosotros. Nos dan la bienvenida y nos desean la mejor de las suertes. Hay que estar agradecido. Trabajar y vivir lo más sabroso que se pueda mientras hacerlo también hace posible enviar algo de bienestar a los nuestros allá en casa. Y, ya. 

En esta nueva vida rara, te vas acostumbrando a que te pasen a diario cosas raras. Se te va haciendo cotidiano lo extraordinario, como que tu carnicero se pase media hora dándote una clase magistral de cortes de carne, con un acento porteño en castellano, y entiendes menos de la mitad de lo que el buen hombre intenta que aprendas. Como que te traigan todos los días ropa para arreglar sin conocerte. Como que la Virgen del Valle se nos haga presente en una sobremesa en el barrio chino de Buenos Aires. Como que te abrace una perfecta extraña en la calle cuando le das paso a ella y a su perro que vienen en contravía y te diga que es un placer enorme toparse con alguien amable. Que te reconozcan en las tiendas del barrio donde ahora vives y recuerden aquello que llevaste la otra semana. Como esos kioskos en cada esquina vendiendo literatura universal, toda cubierta del hollín de estas calles de súper urbe que ahora es tu ciudad. A que aquí los taxistas hablan como profesores de Harvard. Si, sin duda ninguna. Lentamente uno se va acostumbrando.

Ayer sábado 24 de marzo fue feriado en Argentina. Nos dimos cuenta por algunos negocios que no abrieron y porque había un inusual revuelo en la ciudad. Ayer era el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Ayer no pude evitar pasar el día pensando en Venezuela. Pensando si también a nosotros nos llegará la hora de marcar un día como éste en el calendario de feriados. Ojala. Algún día. Lo imagino bueno, sanador. Ojalá.

Mientras, celebro y comparto agradecida este feriado por la guarda de la Memoria, desde la permanencia de la mía propia, aun en suelo extranjero. Ya no parece importar demasiado desde dónde. Así que, igual, gracias por la memoria. 

Ayer fue su día. 

7 comentarios:

  1. Hermosisimo!! Me llevas a mis primeros días en Buenos Aires.... por allá por los años casi ‘80.....Viaje en el tiempo! Gracias!

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  2. Estimada y querida Elena
    Que interesante todo lo que cuentas de “made” in Argentina. Siempre estuve rodeado de sus vinos, de sus chaquetas de cuero, de su música y ahora no nos perdemos las películas en Nefflix. Ayer vimos una: “Nieve Negra” donde la trama se ubica en la Patagonia….aunque es una co- producción con España, claro está, no faltó Ricardo Darín. Así que ya sabes a visitar la Patagonia.
    Y así es Elena, Argentina ha pasado por situaciones muy difíciles y aunque son diferentes, podríamos decir que hasta peores , si lo comparamos con lo que esta pasando en Venezuela. Admiro que tengan el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia…me recordó a mi padre que siempre hacia un brindis con vodka en esas interminables cenas rusas cuando levantaba su vasito con ese alcohol cristalino y mirándome fijamente a los ojos, decía: brindamos por los que ya no están con nosotros.
    Te queremos mucho Elena
    Los YUras.

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    1. Mis Yuras amados, qué sabio de parte de los rusos como tu padre el brindar y seguir brindando por aquellos que ya no están. Esta semana busco "Nieve Negra". Amo a Darin, es lo más argentino que se puede ser. Si no han visto "Cuento chino", porfa búsquenla, es de morirse. Ultra super porteña, hermosa, divertida, densa y conmovedoramente humana.
      En lo que Corina consiga trabajo y se estabilice comenzamos a planificar nuestras primeras vacaciones que serán, sin duda ninguna, ir a la Patagonia. Esos territorios solitarios me llaman peligrosamente. Me agarro de esta vida urbana en cada cosa que veo porque esta solitaria que he sido siempre no se debe quedar tan aislada ahora mismo. Cómo me conocen.
      Escribo y escribo porque siento que esto hay que contarlo. Dejar una memoria, recordar cómo sentimos que pasaron las cosas, dejar una estela por más pequeña y breve que sea, eso no importa, lo que cuenta es que quede. Algo queda. Así como esos brindis con su mirada en la tuya quedaron en la memoria de tu vida y la de los tuyos. Y así va la cosa, no crees?
      Sé que a veces las crónicas se pueden oscurecer. Soy escritora. Soy así, una imagen en claroscuro. Así veo las cosas a mi alrededor, unos días más luminosas que otros. Qué le vamos a hacer.
      Y sí, brindemos por lo que ya no están con nosotros. Un abrazote a los dos.

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  3. Hermoso. ...una poesia ! Que privilegio leer tu blog. ..Que llueva costura y quiza estudiantes de ingles...Por que no?Cariño infatigable de mi parte!

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    1. Mi querida amiga Angelica, sí que ha llovido costura, y trabajo con las Flores de Bach. Me siento tan afortunada y agradecida. Los estudiantes de inglés no estoy tan segura, pero ayer mismo me proponía Corina hacerme intérprete público y traductora oficial. Te recuerda a alguien? Jejeje... Eres una buena maestra, mi querida amiga, aún sin proponértelo y desde la distancia.
      Te quiero mucho. Mil gracias por tu amistad y afecto.

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  4. Hermoso. ...una poesia ! Que privilegio leer tu blog. ..Que llueva costura y quiza estudiantes de ingles...Por que no?Cariño infatigable de mi parte!

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