jueves, 18 de enero de 2018

LLEGADA A BUENOS AIRES

LLEGADA  A  BUENOS  AIRES 


(Disculpen la ausencia de acentos. Estamos trabajando en esto)


Nos hemos venido a vivir en Argentina. Llegamos a Buenos Aires este pasado 30 de diciembre. Ando con Corina, mi hija mayor, siete maletas, dos maletines de mano y una jaula plástica con Francisca dentro, nuestra perra margariteña.

Venimos de los Estados Unidos. De Hollywood, condado de Broward, Florida. Tampoco esta vez nos ha sentado la vida norteamericana en este segundo intento entre 2013 y 2017. El primero del 2000 al 2006 me dejo tristísima. Esta vez he quedado extenuada.

La primera opción era irme a Espana. Con la idea de montar una mercería en Valencia, puse en marcha mi plan, en venta el apartamento y casi todo lo que había dentro. Armé una enorme donación de mi taller textil. Embalé el resto.

Corina, que vive conmigo desde 2015, mientras tanto monta su viaje de regreso al Cono Sur que le gustó tanto. Estuvo por un buen tiempo entre Buenos Aires y Montevideo

Mi plan de irme a Espana se cae por su propio peso y decido regresarme a Venezuela. Pero, no me atrevo. Estoy entre varias opciones en mi desolado pais. Ninguna me termina de convencer. Mis hermanos, mi mamá y Carlos, su esposo, me ayudan a organizar las ideas. Alejandra, la menor de mis hijos vive en Caracas. Su opinión es demoledora: no te vengas, mama. Corina me invita a venirme con ella para Buenos Aires. Aquí estamos, en San Telmo, instaladas provisionalmente en un apartamento que Corina contrató  a través de Airbnb desde los Estados Unidos.

Al llegar, ya en el aeropuerto mismo de Ezeiza, me doy cuenta que algo se está moviendo de lugar en mi interior. Miro a la gente a nuestro alrededor desde la mesita del café donde esperamos pacientes que llegue la hora de entrar al apartamento alquilado, pues hemos llegado a las seis de la manana. Corina compra unas media lunas y té para desayunar. En las mesas vecinas mis primeros argentinos en Argentina conversan animadamente, se tocan, se besan, se miran, se rien y o discuten entre ellos a viva voz. Me doy cuenta que estoy absorta observándoles. Los hombres tocan y besan a sus hijos pequenos. Me estoy sonriendo sin querer. Eso que se me mueve por dentro, se despereza, se estira, se reconoce en algunos gestos de esta nueva gente que ahora es mi entorno. Bienvenida a otra nueva vida. Hemos venido a vivir. Eso me ha dicho Corina. A cada minuto le creo más.

Cuando llega la hora de irnos, el viaje se hace en dos autos, porque no cabemos en un solo taxi. A mi me lleva Gerardo en un pequeño Chevy, y me da en el camino muchas razones por las que me habría gustado haberme hecho su amiga. Culto, educado, inteligente. Le hago un monton de preguntas durante el trayecto y me llevo una tremenda clase magistral en vida argentina contemporánea. Corina y Francisca vienen delante en una pequena camioneta, pues la jaula no cabe en ningún automovil. La senora que las maneja se ve amable y fuerte. Buena combinación.

Un mosaico que recién comienza a combinarse. Imágenes que se amontonan. Algo que quiero decir se organiza en palabras que salen casi solas. Estoy recuperando las fuerzas. Rápidamente. Una voz que extranaba muchísimo vuelve a salir y me siento cada manana a escribir. Una vez más. De nuevo. Qué bueno. El balconcito del apartamento es muy amable con este deseo renovado.

Caminar es milagroso para el espíritu. La mirada se nos refresca. Qué buenos ejercicios, caminar y escribir. Tomo fotografias de puertas, dinteles y pequenos silencios totalmente nuevos. Estoy bordando una foto vieja que he comprado por dos pesos en el mercadito de San Telmo, al que Corina me ha llevado con la presentación de quien te ensena un tesoro profundamente íntimo. Sé que esta hija me está regalando buena parte de lo que tiene en el corazón por esta ciudad. Estoy conmovida, movida y silenciosa.

Así, en silencio, escribo. Mucho. Juan, mi hermano, dice que he recuperado la voz. Es cierto.  

Agradecida, mucho, decido abrirle una ventana a estos textos portenos, una secuencia de los textos escritos a traves de una persiana americana, como habría dicho Cerati, cosa que ahora sé gracias a mi amigo-hermano Yura Svistunov, quien nos ha puesto a Soda Estéreo como telón de fondo en estos primeros dias en la Ciudad de la Furia.

Busco a Borges entre puertas viejas y ventanas cerradas. Escucho la paleta verbal de Cortázar a mi alrededor. Son tiempos de un encantador enamoramiento.

Como corresponde, entonces, gracias. Totales. Ahí vamos...

Elena


Buenos Aires, jueves 18 de enero 2018 

10 comentarios:

  1. Hermoso!!!!! No sabia que tenias este blog. Me pongo a leerte y me remonto años atrás cuando conversábamos en esas acampadas playeras y de tantas aventuras juveniles. Un beso grande

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  2. Hermoso!!!!! No sabia que tenias este blog. Me pongo a leerte y me remonto años atrás cuando conversábamos en esas acampadas playeras y de tantas aventuras juveniles. Un beso grande

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  3. Estimada y querida Elena
    Que buena idea de colocar tus originales escritos por este medio, de verdad que a veces los emails se pierden o te jaquean la cuenta y pierdes de un día para otro todos estos tesoros que tenías en la nube. Por lo menos antes teníamos las cartas, te recuerdas de esa canción tan romántica de Nino Bravo “Cartas Amarillas”.
    Sinceramente Elena, tu partida nos ha dejado como meditabundos, es como si faltase algo y hoy al recibir tu e-mail me pasó algo curioso…por primera vez en casi un año le escribí a mi hijo que como tu sabes esta en la Republica Popular China, solo hoy pude aceptar que esta lejos de nosotros haciendo su vida.
    Como tu lo describes en tu Blog, la palabra oral y escrita tiene mucha substancia en la ciudad de la Furia. Aprovecha todo este mundo literario que te está rodeando.
    Quisiera terminar con una canción, que fue supuestamente inspirada en una película muy interesante: The Reader. No es de un grupo argentino, es de un grupo Uruguayo que estoy seguro que Corina los conoce, se llaman “No te va a gustar”… la canción en cuestión: Memorias del Olvido. Aquí el link, ponte los audífonos y déjate llevar: https://www.youtube.com/watch?v=aYV7sK5tn3M
    Un abrazo
    Los YUras.

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  4. Estimada y querida Elena
    Que buena idea de colocar tus originales escritos por este medio, de verdad que a veces los emails se pierden o te jaquean la cuenta y pierdes de un día para otro todos estos tesoros que tenías en la nube. Por lo menos antes teníamos las cartas, te recuerdas de esa canción tan romántica de Nino Bravo “Cartas Amarillas”.
    Sinceramente Elena, tu partida nos ha dejado como meditabundos, es como si faltase algo y hoy al recibir tu e-mail me pasó algo curioso…por primera vez en casi un año le escribí a mi hijo que como tu sabes esta en la Republica Popular China, solo hoy pude aceptar que esta lejos de nosotros haciendo su vida.
    Como tu lo describes en tu Blog, la palabra oral y escrita tiene mucha substancia en la ciudad de la Furia. Aprovecha todo este mundo literario que te está rodeando.
    Quisiera terminar con una canción, que fue supuestamente inspirada en una película muy interesante: The Reader. No es de un grupo argentino, es de un grupo Uruguayo que estoy seguro que Corina los conoce, se llaman “No te va a gustar”… la canción en cuestión: Memorias del Olvido. Aquí el link, ponte los audífonos y déjate llevar: https://www.youtube.com/watch?v=aYV7sK5tn3M
    Un abrazo
    Los YUras.

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  5. Que bien se te lee.... para Venezuela ni para coger impulso. Este ya no es el país de nadie. Yo vivo aquí y lo extraño.

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  6. Vente. Mientras el palo va y viene, deja que el lomo descanse. Un abrazo grande, grande.

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  7. Bienvenida Elena, me gusta tu manera de relatar las cosas. Hay corazón en ellas.

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  8. Querida hermana, la mas valiente de todas las gitanas que conozco. MUY HERMOSO Y EVOCADOR EL RELATO DE ESTA NUEVA AVENTURA EN TU VIDA...GRACIAS POR COMPARTIRLO Y TODA LA SUERTE DEL MUNDO. AHORA ES QUE HAY VIDA PARA RATO!!

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  9. Hola, muchas gracias. Porfa, quién eres CJ?

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